A La Luz de un Sueño
La luna llena vigila desde su trono de plata. Mi guitarra tiembla bajo dedos torpes, una melodía que aún no existe pero que sueña con ella.
Ventanas abajo, otra luz despierta la noche. Sus pasos imaginarios deshacen el tiempo, bailan en el aire como si el suelo no fuera más que un recuerdo.
Dos mundos ajenos, hilvanados por el azar de un día. El café de la esquina, el aroma compartido, su libro cayendo como un instante detenido. Mis manos temblorosas le devuelven las palabras, mi sonrisa callada se atreve a existir.
Pero mi corazón es un territorio vedado. Sueño con nosotros como quien escribe una historia que nunca será. Y aun así, cada noche, bajo la luna, la guitarra sigue tocando su triste melodía.
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